¿Y si lo importante no fueran las fotos
sino lo que ocurre mientras se hacen?
Vienes. Te mojas. Te olvidas del móvil.
Y encima, te llevas fotos que no sabías que necesitabas.



¿Creías que estaba todo inventado?
Sí, pero no.
De pequeños, saltábamos en los charcos sin preguntarnos por qué. Nos daba igual mojarnos la ropa, los zapatos o los planes del día.
Lo hacíamos simplemente porque sí.
Porque era divertido.
Y quizá solo te hacía falta una buena excusa para volver a sentir algo parecido.
Aquí la tienes.

¿Esto de qué va?
No sé explicarlo. Pero te lo cuento igual.
Te voy a decir la verdad:
no sé cómo explicar lo que pasa en estas sesiones.
Esto me lo preguntan siempre.
—¿Pero esto es agua de verdad?
Sí. Agua de la que moja. Pero calentita.
—¿En el estudio?
Sí, sí. En interior. Con luces, fondo negro y todo controlado.
—¿Y esto cómo se te ocurrió?
En mi primer estudio. Empecé con una botella de plástico pinchada, plásticos por el suelo y una piscina hinchable.
No era elegante… pero algo tenía.
Fui perfeccionando el sistema: vinieron luces nuevas, sistemas de riego…
y hoy hasta el agua sale calentita.
Y las fotos… ya las estás viendo.
—¿Y la ropa?
Te digo la verdad: al final es lo de menos.
Siempre recomiendo ropa clara, pero puedes venir como te dé la gana.
La sensación de mojarte con ropa puesta no se puede explicar. Se vive.
—¿Y puedo venir con mi pareja, los críos, el perro?
Puedes venir con quien quieras.
Muchos vienen solo a acompañar…
y acaban todos debajo del agua, riéndose como si tuvieran 7 años.
—¿Y por qué hacerme esto?
Para fotos normales, ya hay otros días.
Esto es distinto.
Y si hace calor…
meterte en una ducha, reírte un rato y llevarte algo que no esperabas…
es difícil de superar.
¿Qué puede pasar?
Los que estuvieron bajo la lluvia.
“Pensaba que era solo para niños… pero acabé metido en el charco. Y repetiría.”
— Gabi, el padre de las dos criaturas de arriba.
“No me gusta salir en fotos. Pero me olvidé de que me estaban haciendo una sesión.”
— Kim futuro padre.
Os juro que pensaba que la lluvia era hecha con Inteligencia Artificial, pero es agua de verdad.
— Carlos, a parte de vender pisos y ahora presume de fotos.
«En plan sin paraguas»…
170€.
30Min
7 fotos
Que no sabías que querías.
«Nos liamos un poco»
250€
45 minutos
15 fotos
Una excusa para mojarse con gusto.
Extra de regalo.
«La que no pensabas hacer»
(pero hiciste)
390€
1 hora
Todas las fotos.
Video a cámara lenta.
Álbum 25×25
Ampliación grande.
Las sesiones son limitadas.
Y lo de » ya miraré mañana»…
se convierte en «hostia, ya no hay plazas»
Si ya has pasado por delante de mi cámara,
esta vez tengo un regalo.
No es una taza.
(No tengo presupuesto para eso)
Un regalo.
Te va a gustar más que un descuento.
¿Es tu primera vez?
Si has llegado hasta aquí,
es que algo dentro de ti ya se lo ha imaginado.
Yo solo pongo el agua.
El atreverse ya lo pones tú.